Ganas de Hablar, novela.

 Ganas de Hablar. 

Autor: Eduardo Mendicutti. 

Editorial: Tusquets. 

Pág.: 305  

Un pueblo de Andalucía, un mariquita anciano que es la persona más querida del pueblo porque se ha

dedicado toda la vida a llevar y traer chismorreos mientras hacía las uñas de las señoras de su pueblo,

chismorreos que eran al final sesiones de terapia, de escucha activa pero también de risoterapia gracias a su parloteo y a su gracejo, una corporación política de izquierdas que decide ponerle una calle por su contribución a la visibilización del colectivo LGBTI+ desde tiempos franquistas, y el mariquita que quiere elegir el nombre de la calle que lleve su nombre y elige la calle Silencio (“por todo lo que he tenido que callar”), la calle del Santísimo Cristo del Silencio, por donde pasa la procesión en Semana Santa que lleva su nombre…el conflicto está servido. 

Es una novela que inspira mucha ternura, a veces te ríes, a veces te sobrecoge el corazón, pero es sobre todo una novela para entender y apreciar, para poner en valor, lo que hombres y mujeres LGBTI+ hicieron en los momentos más duros de nuestra historia para llegar a donde estamos ahora. El Cigala es el protagonista de esta historia, una historia contada en primera persona como si Mendicutti, personal y magistralmente, hubiera grabado los parloteos del Cigala hablando solo o mientras cuidaba a su hermana Antonia (con una demencia severa), o mientras hacía las uñas, la “Haute manicure” como dice él, a cualquiera de las señoras de La Algaida. Él no elige la calle de El Silencio para ponerse en contra de nadie, no escoge esa calle para ir contra la iglesia, al contrario, él es religioso, a su manera pero religioso, él escoge esa calle porque es la que le representa, porque con todo lo que hablando, también se ha callada mucho, se ha callado abusos, insultos, sexo clandestino, imposibilidad de hacer una vida en libertad, como le hubiera gustado, años de agachar la cabeza y de taparse los oídos, años de morderse la lengua por no hablar a pesar de que se moría de las ganas. 

Es una novela que he disfrutado muchísimo, está magistralmente escrita en un castellano lleno de coloquialismos de la zona de Cádiz y de dichos populares, te enamoras de un personaje lleno de vida y de experiencias. Es el primer libro de Mendicutti que leo y ya me he hecho fan de él. No lo he comprado, estaba en la biblioteca de casa, seguramente aportación de mi marido y no sabemos muy bien cómo ha llegado allí. Pero ya sabes, siempre te aconsejo que compres en tu librería de barrio o saques de la biblioteca. Por cierto, es posible que convirtamos esta novela en un monólogo teatral si es que Medicutti nos deja.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Lengua de Pájaros, novela

El Problema de los Tres Cuerpos, novela

Raven, cómic