Coto Privado de Infancia, novela
Coto Privado de Infancia.
Autor: Paco Tomás.
Editorial: Planeta.
Pág.: 420
Este libro tendría que llevar un fajín con la siguiente advertencia: "si eres marica y tienes alrededor de 50 años este libro podría traer de vuelta recuerdos que creías olvidados, si estás emocionalmente inestable, como la drama queen que eres, déjalo para cuando estés más tranquila". Menos mal que lo he leído cuando estoy en un momento, más o menos de calma, porque este libro ha escarbado en recovecos que creía sólidos y que solo estaban llenos de cascotes poco estables. Para colmo el protagonista se llama como yo, no os digo más.
En estos momentos, recién terminado el libro, amo y odio a Paco Tomás a partes iguales. Tanto le daría una hostia, como un abrazo de esos que describe en la novela y que yo describo igual, de esos de juntar el corazón, y aunque no soy nada violento probablemente le daría las dos cosas, la hostia y el abrazo. ¡Mira que me lo advertiste, querido tocayo! Recuerdo que me dijiste en la Feria del Libro cuando nos firmaste el libro a Carlos, mi marido, y a mí: "encontraréis cosas que habéis vivido en este libro, toda una generación se siente más o menos reflejada, además el protagonista se llama Tomás, ya me contaréis". Pues ya te lo cuento: el libro me ha encantado, literariamente hablando esa idea del viaje, de la vuelta al hogar, del Ulises volviendo aunque no haya Penélopes esperando, y de la continuidad del viaje como metáfora del cambio, del progreso, del crecimiento; me fascina. Por otro lado las referencias culturales, todo ese mundo pop que la gente de entre 45 y 55 años (yo tengo 49) hemos vivido, las descripciones y los usos tan nuestros, tan vividos y tan vívidos hace que la historia sea más nuestra todavía, lo has manejado con gran sabiduría, y todo ello sin dejar de ser el Paco Tomás (@srpacotomas) que oímos y/o leemos.
Por otro lado el libro me ha herido. A ver, contextualizo, yo soy un tío que se ha jactado toda la vida de haber tenido armarios con puertas de cartón, muy fáciles de romper, que no sufrió abuso en el colegio porque era grande y bruto (sigo siendo un poco así), que no le insultaron... y de pronto leo en la novela, en tu novela querido Paco, que estaba escrito en la pizarra: "Tomás maricón" y que habían escondido el borrador, y entonces en mi mente se abre un cajón en una de las partes más escondidas de mi archivo personal y empiezo a ver una película donde yo he vivido eso y, por supuesto, en la que el "Tomás maricón" escrito en la pizarra soy yo mismo, como yo soy el que borra el encerado con la manga de su jersey de pico verde. Y un Tomás de 49 años que se creía fuerte, se vuelve frágil y se cabrea con el mundo que le ha tocado vivir y necesita refugiarse en los brazos de su marido que, puñetera vida, en estos momentos se encuentra a 325 kilómetros de distancia.
¿Qué más os cuento? Que no sé cuanto de autobiografía tiene esta novela pero que se me antoja que mucho; que está llena de lugares comunes que, hayamos querido o no, hemos transitado toda una generación de hombres seamos maricas o hetero, pero si eres marica ya te digo que has transitado esas zonas comunes y te has revolcado en ellas; que vas a sentir que es parte de tu propia historia, desde las referencias a la tele, el cine o la música hasta la portada del libro (Paco, te juro que tengo una foto como esa); y que es una novela que merece la pena leer perteneciendo o no al colectivo LGBTQI+.
Termino diciendo que me la compré en la Feria del Libro de Madrid y que, como habéis leído, me la firmó Paco. Recuerda comprar tus libros en las librerías independientes y de barrio.
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